A lo largo de estos años, nos atreveríamos a definir una tipología de clientes que quieren tener una pagina web según dos rasgos en continuo. La tipología sería por una parte si conocen realmente las necesidades, funcionalidades además del tipo de diseño que le gustarían que le hicieran su página web, y por otro lado su flexibilidad vs exigencia para adaptarse o dejarse aconsejar por las recomendaciones que pudiéramos darle según nuestro conocimiento y experiencia.
Los mejores clientes son los que saben lo que quieren, te aportan ejemplos e ideas de otras web que se ha visto y a la vez son flexibles a los diseños que nosotros podríamos aportarle, se adaptan y se dejan aconsejar, no son muy exigentes con las funcionalidades o al menos aceptan otras alternativas a las que tenía pensado si no pueden obtener todo lo que quieren.
Y los clientes que más problemas dan son los que “no saben lo que quieren”. Saben que necesitan una web, pero no tienen claro para qué, o van aportando muchos “y si…” cambiamos esto…. o “Ayer vi en …” Tal vez sea culpa de nosotros que desde el principio no cerramos, antes de empezar un presupuesto y plan de trabajo. O quizás sean ellos que no están contentos con “casi nada” y continuamente donde dijeron digo ahora dicen Diego. Hay algunos clientes que no saben lo que quieren, pero al menos son flexibles, se dejan aconsejar y aunque, no ayudan mucho, por lo menos no van “poniendo palos en las ruedas” y al final se van contentos. Pero Muchos de estos clientes no son tan flexibles, al revés, creen que la web es como un folio en blanco donde se puede dibujar lo que tienen en la cabeza (pero que no existe) y además te exigen al milímetro cosas que son muy difíciles de hacer o programar.
Para cada tipo hay una forma distinta de trabajar con WordPress, ya sea usando plantillas prediseñadas de Themeforest o bien pasar a una web sin tema y con un constructor visual ir dibujando la web de sus sueños.
¿Y tú? ¿Qué tipo de cliente eres?